Los primeros actores
INVESTIGANDO EL CINE
viernes, 19 de abril de 2013
Del cine mudo al sonoro
La transición del cine al mundo sonoro (1927-1928)
El final de la década de los veinte está marcado por la revolución que supuso la llegada del cine sonoro. La primera película que se considera sonora es El Cantor de Jazz, de Alan Crossland. Warner Bros. hizo esta película cuando estaba casi en la ruina, en un desesperado intento de salir a flote, y gracias al éxito del filme logró resurgir e impuso el sonido al resto de las productoras.
Aunque en un principio parecía que la incorporación del sonido restaba expresividad a los planos, pronto se supo aprovechar la capacidad comunicativa que aportaban los diálogos. Los espectadores podían entender mejor las historias.
A efectos del cine como sistema global, la incorporación del sonido trajo cambios en la industria. Ya no bastaba con ser fotogénico, sino que la voz tenía que cumplir unas expectativas. En el cine norteamericano muchos actores de origen extranjero vieron reducidas sus posibilidades de triunfar en Hollywood, pues su acento no se ajustaba a las exigencias de los personajes, por lo que se vieron relegados a interpretar papeles muy concretos.
Los estudios, que por entonces aglutinaban en sí mismos todas las actividades cinematográficas de forma vertical (producción, distribución y exhibición), se vieron obligados a realizar grandes inversiones para adaptarse a la nueva tecnología del registro del sonido. Las cámaras de cine, para asegurar una buena sintonización entre la banda sonora y la de imagen, pasaron a rodar a 24 fotogramas por segundo, lo cual implicó también la reforma de las salas de exhibición.
Así llegaron a Hollywood muchos periodistas, escritores y dramaturgos (los hermanos Mankiewicz, Charles McArthur, Ben Hecht, etc) de la Costa Este de los EE.UU. y también de Europa, atraídos por la enorme oferta de trabajo que representaba escribir para la industria cinematográfica.
Probablemente la etapa de más intensa creatividad e inventiva de la historia del cine se produjo en el período 1927-1933, en el traumático tránsito el cine mudo al cine sonoro. A finales de los años veinte del pasado siglo el cine mudo había alcanzado su máxima perfección estética. Por una parte, el arte de la fotogenia y el lenguaje de las luces, las sombras y los claroscuros habían convertido al cine en una arte
plástica de gran madurez. Por otra, la agilidad en la combinación de los planos, había adquirido una gran sofisticación, especialmente gracias a los cineastas soviéticos, que los utilizaban para construir metáforas y alegorías de gran aliento poético.
Tras diversos ensayos técnicos , y debido en parte a la competencia comercial de la radio, la Warner Bros consiguió imponer el éxito del cine sonoro con la película musical El cantor de jazz, estrenada en Nueva York en octubre de 1927 con acompañamiento de discos de gramófono sincrónicos con la imagen.
Este éxito comercial supuso una revolución para la industria, el comercio y el arte cinematográficos, acompañada de bastante desconcierto. Los estudios tuvieron que insonorizar sus paredes y equiparse con nueva tecnología acústica; las salas de exhibición tuvieron que añadir amplificadores sonoros y altavoces. Y Hollywood se enfrentó al reto que suponía que en la mayor parte de sus mercados el público no entendía el inglés, mientras que actores con voz poco “fonogénica” tuvieron que abandonar los estudios. Inicialmente, estos cambios traumáticos supusieron una grave regresión estética –muy bien evocada en el film retrospectivo Cantando bajo la lluvia (1952)-, pues la cámara tuvo que encerrarse en un pesado blindaje insonoro que impidió su movilidad y la anterior libertad del montaje de los planos tuvo que subordinarse a la longitud de los diálogos. El resultado de todo ello se tradujo en la predominancia de un paralítico y chato “teatro filmado”.
El cinematógrafo
El cinematógrafo
El invento de los Lumière, tenía como antecedente el kinetoscopio de Thomas Edison. Ellos consiguieron fabricar una cámara más portátil y funcional a partir de aquel artefacto, que registraba imágenes en movimiento, aunque no era capaz de reproducirlas. Aunque los hermanos Lumière nunca tuvieron excesiva confianza en las posibilidades técnicas y artísticas del nuevo invento, poco a poco estas proyecciones van atrayendo a un número de espectadores cada vez mayor. Las primeras películas combinaban indistintamente dos tendencias cinematográficas que pronto se escindirían: el cine documental y el cine de ficción. Por un lado exhibían escenas de la vida cotidiana, filmadas en exteriores: trabajadores saliendo de las fábricas, trenes, transeúntes… y, por otro, representaciones escenificadas grabadas en interiores. Algunas de estas cintas a las que nos referimos son las famosas Salida de la fábrica (1895) o La llegada del tren a la estación (1895)
Se distribuyó por todo el mundo, por lo que una gran mayoría de personas había visto tales imágenes en movimiento. Se consideraba como un espectáculo de feria, pero poco después, se reinvindicó como un Arte. A partir de 1910 comienza a producirse en Europa películas de mayor duración y calidad, mientras que, en Estados Unidos empiezan a fundarse los primeros estudios cinematográficos.
Comenzó a surjir problemas, tales como, el forzado conflicto legal, que causó que Estados unidos eliminara la marca Lumière del cinematógrafo. Esto marcó la desligazón del cine europeo y anglosajón. Sin embargo, el cine americano, pese a su producción autóctona continuaba importando filmes franceses, el cual cambia a partir de la Primera Guerra Mundial, en el que la mayor producción de cine pasaría a manos anglosajones.
La primera Película en carrete fotogáfico
Primera película en carrete fotográfico
En 1884 el americano George Eatsman fabricó la primera película en carrete de 24 exposiciones.
En 1888 lanzó al mercado otro aparato revolucionario de pequeñas dimensiones (18cm de largo) que estaba provisto de un cargador de 100 exposiciones. Dotado de un foco fijo y una velocidad de obturación de 1/25 segundos. Después de realizar el último disparo, se enviaba a la casa, que revelaba las 100 fotos y recargaba de nuevo la máquina con otro carrete.
Costaba alrededor de 25 dólares y se publicó con el eslogan "Usted apriete el botón, nosotros haremos el resto". Este nuevo invento recibió un nombre que se haría famoso en la historia de la fotografía: Kodak.
Eastman al crear la primera cámara fotográfica, fundó también en (1854-1932) la casa Kodak.
Eastman incluyó en
1891 la primera película intercambiable a la luz de día. De la película sobre
papel se pasó en 1889 a la película celuloide, sistema que seguimos empleando
hoy en día.
jueves, 18 de abril de 2013
Los comienzos del cine
Los comienzos
cinematográficos
La historia del cine
se inicia el 28 de diciembre de 1895, cuando los hermanos Louis y Auguste
Lumière realizaron la primera proyección pública de imágenes en movimiento. Los
Lumière habían inventado lo que muchos han calificado como la fábrica de los
sueños mientras que para muchos otros es una fábrica, sí, pero de hacer dinero.
La historia del cine se inicia el 28 de diciembre de 1895, cuando los hermanos Louis y Auguste Lumière realizaron la primera proyección pública de imágenes en movimiento. Los Lumière habían inventado lo que muchos han calificado como la fábrica de los sueños mientras que para muchos otros es una fábrica, sí, pero de hacer dinero.
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